LA BONDAD DE LAS CRIATURAS
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1.1 | Al principio creó Dios el cielo y la tierra. |
1.2 | La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. |
1.3 | Dijo Dios: Que exista la luz. Y la luz existió. |
1.4 | Vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de la tiniebla. |
1.5 | Llamó Dios a la luz "día", y a la tiniebla "noche". Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero. |
1.14 | Y dijo Dios: Que existan lumbreras en la bóveda del cielo para separar el día de la noche, para señalar las fiestas, los días y los años; |
1.15 | Y sirvan de lumbreras en la bóveda del cielo para alumbrar a la tierra. Y así fue. |
1.16 | E hizo Dios las dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche, y las estrellas. |
1.17 | Y las puso Dios en la bóveda del cielo para dar luz a la tierra; |
1.18 | Para regir el día y la noche, para separar la luz de la tiniebla. Y vio Dios que era bueno. |
1.19 | Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto. |
1.26 | Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos los reptiles. |
1.27 | Y Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. |
1.28 | Y los bendijo Dios y les dijo Dios:- Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven en la tierra. |
1.31 | Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno. Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto. |
2.1 | Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus muchedumbre. |
2.2 | Para el día séptimo había concluido Dios toda su tarea; y descansó el día séptimo de toda su tarea. |
2.3 | Y bendijo Dios el séptimo día y lo consagró, porque ese día descansó Dios de toda su tarea de crear. |
2.4 | Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. |
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COMENTARIO |
Al autor de la primera narración de la creación contenida en el
libro del Génesis, no le faltó audacia. Se atrevió a afirmar, en contra
de las ideas reinantes en su tiempo, quesolamente Dios lo había creado todo. El
sol y la luna, todos los astros del cielo eran venerados por otros pueblos como
si fueran divinidades. Para el Génesis, son una parte de la creación. Dios los
ha llamado a la existencia mediante su palabra.
Su audacia no se quedó ahí. Si
en las religiones que rodeaban a
Israel, la aparición del hombre en la
tierra corresponde al mal, a la caída de
un dios, para el Génesis, nada de eso.
Se dice del ser humano que es imagen
de Dios y que ha nacido de la íntima
voluntad del Creador que se complace
en dar y en compartir: "Hagamos al
hombre a nuestra imagen"(v. 1. 26).
Esta convicción llevó a nuestro
autor a repetir: "Y vio Dios todo lo que
había hecho y era muy bueno". (1,31).
Al escribir esto en el siglo VI
antes de Cristo, el autor no podía
ignorar el sufrimiento del hombre, ni el
suyo propio, ni el que continúa
habiendo hoy. Pero lo que le importa
es que su pueblo medite en la fuente
pura de donde brota todo, que piense en
la mirada de confianza y de admiración
que Dios pone en la aventura humana.
No sabemos qué impacto de fe
nos ha provocado esta narración, ni el
combate que ha librado el propio autor
antes de entregárnoslo. Los mensajes
de esperanza más impresionantes
pueden escribirse por quienes han
sufrido y han dudado en un primer
momento.
Comprender esta narración hoy,
es dejarnos cautivar por la misma
confianza de Dios. Dios dice a cada
uno: ¿Lo sabes? Formas parte de mi
estupenda creación. Mediante tu
existencia entra en el mundo un bien
único.
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DIÁLOGO |
1. ¿Cómo nos puede ayudar la primera narración de la creación para recibir nuestra
vida como un don y un bien?
2. ¿Quién nos sostiene en el combate para superar las dudas y llegar a creer?
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